Todo comenzó el cuatro de marzo a las nueve de la mañana. una llamada de teléfono, unos segundos, y la vida parecía tener un sentido diferente, ya nada parecía igual. Mi madre se debatía entre la vida y la muerte. Su corazón la ponía a prueba. Han sido días de impotencia, de incertidumbre, momentos de esperanza y de desolación ante un hecho en el que no puedes hacer nada. La naturaleza es así, y así hay que aceptarlo. Una vez más en un pulso duro con la..., ha salido victoriosa...pero debil, tal vez para debatirse de nuevo.

Sé que habéis entrado en mi espacio en silencio y con respeto, habéis dejado vuestros comentarios- a los que agradezco-. Hasta ahora no he tenido tiempo ni valor de escribir nada. Ahora que está de nuevo en casa, lo mismo que he compartido con vosotros momentos de alegría, me veía en la "obligación" de comunicaros el motivo de mi silencio.

Tenía mucha ilusión de continuar con el blog, en abril hace un año que empecé esta andadura y he tenido la gran suerte de contactar con vosotros y cambiar impresiones.
Ahora, el día a día.

Mi cariño a todos, y gracias por estar ahí.

Kety