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Horas de pesadumbre y de tristeza
paso en mi soledad. Pero Cervantes
es buen amigo. Endulza mis instantes
ásperos, y reposa mi cabeza.
Él es la vida y la naturaleza,
regala un yelmo de oros y diamantes
a mis sueños errantes.
Es para mí: suspira, ríe y reza.
Cristiano y amoroso y caballero
parla como un arroyo cristalino.
¡Así le admiro y quiero,
viendo cómo el destino
hace que regocije al mundo entero
la tristeza inmortal de ser divino!
9 comentarios:
Cervantes es todo eso para muchos de nosotros.
Qué hermoso es, Kety. Un grade que homenajea a otro grande. Y un soneto, palabras mayores.
Gracias por compartirlo.
Un beso.
Dos autores admirables
Un abrazo
Maravilloso homenaje a nuestro Cervan. Besotes, M.
Darío buceó en la herencia hispana para casarla con la francesa... Buen recuerdo.
Está claro que el "cervantismo" es como un virus.
Para mí Rubén Darío, era el poeta de las "princesas"
Precioso poema este, muy a su manera, con oros y diamantes, me encanta.
Investigadora.
Abrazos.
Rubén Darío se pone el yelmo y compone este quijotesco poema.
Gracias por traerlo.
Besos, Puri.
Entrañable el poema de Dario, que lindo homenaje a Cervantes.
Besos
Muy buen homenajo de Darío a Cervantes. Dos grandes de nuestra Literatura.
Besos
Luz
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