Foto: Juanbienve Argumanez Arinero |
La lluvia ha barrido las
calles
dejando diminutos espejos.
El cielo ennegrecido por
la entrada de la noche,
contrasta con la torre
iluminada,
qué, con gran esbeltez,
guía cómo faro a los
marineros.
Las farolas coquetas a sus
pies,
se miran en el espejo del
agua.
Mientras, el silencio por
las calles
del pueblo, deambula a sus
anchas.
Kety Morales Argudo