En la anterior entrada hablabas del poder y en esta de maltrato, y esta vez, además, ha sido en nuestra ciudad y parece que dá más coraje. Y hablando de poder, esto es otra forma de ejercer el poder, el más bestia y salvaje, y a la vez el más cobarde. Ejercer el poder a la chita callando en 80 metros cuadrados, contra personas más débiles y solas Él, el asesino ya no tendrá esposa o amiga, ni hijo, pero demostró quien era, en su cocina, el más poderoso. Me pregunto, después de una noticia de éstas, qué sentirá el poderoso cuando vea su ropa manchada de sangre. !Hombre¡ así cualquiera.
Querida Kety, me parece que los lamentos no sirven para nada, y pedir que esto no se repita más, es cómo esperar que un olmo dé peras.
Puri, sabemos que, ni los titulares, ni las concentraciones ni las pataletas, incluída la justicia -impotente ante los hechos, por producirse a puerta cerrada- puede evitarlos. Pero al menos se logrará que el maltratador no pase indiferente, y que pague por lo que hace.
2 comentarios:
En la anterior entrada hablabas del poder y en esta de maltrato, y esta vez, además, ha sido en nuestra ciudad y parece que dá más coraje.
Y hablando de poder, esto es otra forma de ejercer el poder, el más bestia y salvaje, y a la vez el más cobarde.
Ejercer el poder a la chita callando en 80 metros cuadrados, contra personas más débiles y solas
Él, el asesino ya no tendrá esposa o amiga, ni hijo, pero demostró quien era, en su cocina, el más poderoso.
Me pregunto, después de una noticia de éstas, qué sentirá el poderoso cuando vea su ropa manchada de sangre. !Hombre¡ así cualquiera.
Querida Kety, me parece que los lamentos no sirven para nada, y pedir
que esto no se repita más, es cómo esperar que un olmo dé peras.
Hasta otra más alegre, P.
Puri, sabemos que, ni los titulares, ni las concentraciones ni las pataletas, incluída la justicia -impotente ante los hechos, por producirse a puerta cerrada- puede evitarlos.
Pero al menos se logrará que el maltratador no pase indiferente, y que pague por lo que hace.
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