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23 abr 2008

A DON MIGUEL DE CERVANTES

Extraído de un trabajo sobre Alcalá de Henares, realizado en el colegio CPA Juan I en el 2002







CERVANTES
EN
ALCALÁ DE HENARES







Alcalá de Henares
20 de febrero del 2002


A DON MIGUEL DE CERVANTES
SAAVEDRA


Ilustrísimo señor, allá donde quiera que esté:

Me dirijo a usted, no sin antes pedirle disculpas por el atrevimiento de mi osadía, espero me perdone.
Al indagar sobre su obra, no puede imaginar la ilusión que me ha producido tal encomienda.
Admirado señor: muchos son los eruditos que diseccionan su vida y su obra partícula a partícula con la intención de encontrar en ellas no se qué, y muchas son las conjeturas sacadas a la luz.
No soy quien para juzgar a nadie y menos a quien ha alcanzado Fama Universal.
Me atreveré a decir, desde mi honesta observación, que cuando engendró sus obras tan sólo quería plasmar en ellas hechos cotidianos de su época, reflejando –eso sí-, su modo de ser y sentir. En ellas se puede apreciar a un gran pensador.
Según las voy leyendo, le imagino, observo a través de ellas, una persona a la que la vida ha golpeado en diversas y adversas circunstancias. Una persona que soñó con un mundo diferente.
Ese mundo quedó reflejado en la magnitud de su obra. En las locuras de un soñador llamado “Quijote”, en Tomás Rodaja “El Licenciado Vidriera”, en Cipión y Berganza, “El coloquio de los perros”, en Pedro Rincón y Diego Cortado, “Rinconete y Cortadillo”, en Campuzano y Peralta “El casamiento engañoso”, en Rodolfo y Leocadia, “La fuerza de la sangre”, en Juan Carcamo y Preciosa, “La gitanilla”, en Ricardo y Leonisa, “El amante liberal”...
Muchos años han transcurrido desde entonces. Siglos. A pesar de ello me atrevería a decir sin miedo a equivocarme, que, poco ha cambiado. Tal vez las formas y costumbres debido al tiempo. Los problemas se repiten tal cual como usted los describe de un modo magistral.
Por desgracia aún existen “Monipodios” por doquier, “Rodolfos y Leocadias” y algún que otro “Tomás Rodaja”. Y lo que no muere, ni creo que morirá, será el sueño de ser Quijote. El sueño con la libertad es algo que ha ido, va, e irá con el hombre, pero siempre será sueño.

Se despide:
Una humilde admiradora:

Kety Morales Argudo.

Incluída en el libro: "CAMINA SANCHO CAMINA"