Eres.
Como esa piedra pequeña
que rueda por los caminos,
sin hacer apenas ruido
en su largo caminar.
Eres.
Como esa piedra pequeña
que el viento la zarandea
pero nunca se quejó
de su propia soledad.
Eres.
Como esa piedra pequeña
que reposa en la arena
bañada por la marea
sólo intentando brillar.
Eres.
Como esa piedra pequeña
que siente como la pisan
cuando empezaba a brillar
y la vuelven a ocultar.
Eres.
Como esa piedra pequeña,
intranscendente, ligera,
fuerte como el pedernal
resistiendo al vendaval.
Libro: "Una mirada al atardecer"
Foto y texto: Kety Morales Argudo