A JULIA
In memoriam
Tenía la piel blanca como sábanas de Holanda.
Los ojos azules como el cielo claro.
Sus manos, suaves caricias.
Dos alas quebradas por el fuerte viento.
Su cabello rubio oscuro, cubierto de fina escarcha,
quizás por el dolor,
el paso de los años y el sufrimiento.
A pesar de todo,
no dejó de sonreír a todo y a todos.
Con una quietud asombrosa
Con una dulzura muy propia.
Nos ha enseñado como desafiar al dolor
Aunque el dolor, al fin supo vencerla.
Nos dejó un legado hermoso; nos quiso querer.
Y nos enseñó a quererla.
Siempre estarás en nuestros corazones
8/11/07
La Almudena (Patrona de Madrid)
9/11/07 Día de mi cumpleaños. Día..., inolvidable, extraño. De sensaciones encontradas. De "sonrisas" y lágrimas. De reflexión ante lo inevitable.
Kety Morales Argudo