"Que trata de cómo don Quijote se despidió del duque y de lo que le sucedió con la discreta y desenvuelta Altisidora, doncella de la duquesa".
Sin llegar a la indolencia.
Descansar es bueno a veces
Si la ocasión lo merece
Es obsequio y es deleite
Reflexiona Don Quijote
sobre tanta ociosidad
que en el castillo reinaba,
Según él, era, perezosear
Dirigiéndose al duque
solicita, su aventura reanudar.
Los caminos de La Mancha
Su vuelta esperando están.
Los duques se lo conceden.
La duquesa le devuelve
a Sancho Panza las cartas
De su añorada mujer
Llora Sancho sobre ellas,
contienen las malogradas,
y engendradas esperanzas
de unos sueños del ayer
A la hora de partir
despechada Altisidora
acúsale a don Quijote
y a su amigo Sancho Panza
de, hurtarle un par de ligas
y tocadores también.
“¡Cruel Vireno
–grita Altisidora-
Fugitivo Eneas
Barrabás te acompañe
Allá te avengas!”
Al escuchar esto Sancho
Enfurecido contesta:
-¡¡Desnudo entré en la Ínsula.
Desnudo salgo de ella
Y no por falta de ocasión,
que ocasiones si hubiera!!
El duque reta de nuevo
A don Quijote a batalla
Don Quijote se resiste
a batallar para nada
Pesarosa Altisidora
Confiesa toda su farsa
Quedando libre el hidalgo
Y reanudando su marcha.
"El Quijote en verso"
Kety Morales
