Palacio de Dueñas -Sevilla- donde nació Antonio Machado (1875- 1939) Foto: Internet |
Buena fuente para beber poesía,
y seguir transitando sin mirar atrás
pero si recordando…, Soria, Castilla, Sevilla.
El patio, la fuente, el limonero.
La infancia, la juventud perdida.
Ortega y Gasset, Giner de los Ríos,
Juan Ramón Jiménez, Azorín,
Miguel de Unamuno.
Ramón del Valle Inclan, Rubén Darío…
A todos admiró, certificando en sus libros
-¡Lo que daría yo, por tener de ellos,
un mínimo de estilo, de su sabiduría!-
De todos ellos, bebió poesía.
Transformándola en aromas de azahares.
De sabor, a mar salina.
De lunas plateadas, de oro convertido en bronce.
de sueños, de Soledades.
De una saeta que clama;
“¿Quien me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús de Nazareno?”...
Ese “olmo seco partido por un rayo,
a la ribera del Duero”.
Momentos de nostalgia y fantasía.
Vividos, junto a Leonor,
el gran amor de su vida.
-“¿No ves Leonor, los álamos del río,
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame tu
mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
Triste, cansado, pensativo y viejo”.
De una España sombría que dejó.
Tal vez, sin él quererlo.
Enterrado en Francia, lejos de su Sevilla,
de su patio, de el limonero,
de la fuente que le dio la vida..
¡La tierra no es de nadie!
Es de todos, donde yacemos.
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar”.
Con esperanza, con expectativa.
Con los pies firmes y la mente clara,
Y aunque entre piedras caminas,
caminante, no dejes de caminar.
Kety Morales Argudo
6/3/13
Pequeña aportación para el club de lectura de Pedro Ojeda "La acequia".
Quiero aclarar, que no tengo aún, Campos de Castilla, pero si, "Antología poética" de Antonio Machado