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31 dic 2007
26 dic 2007
¡¡¡QUÉ SUSTO!!!
Gracias a ella tengo la suerte de haber superado la Navidad.
Me presento: soy Lola.
No lo creerán, pero cuando oí la noticia, me acurruqué y pensé: "¡hasta aquí hemos llegado, que sea lo que Dios quiera!
Ahora veo el afecto que me tiene. ¡Cómo me cuida! ¡Con qué respeto me trata!
Eso no quita que me regañe cuando me escondo tras el sofá. Un día, la oí decir que temía me electrocutase con los cables, es cierto, - ahora no lo hago porque soy mayor- pero de chiquitina me encantaba mordisquearlos.
De vez en cuando se enfada porque soy arisca, ¡Qué le voy hacer si la naturaleza me hizo así! Me amenaza con cambiarme por un perrillo, pero son sólo amenazas, en el fondo sé que tiene buen corazón y no me abandonará.
Y para eso estoy yo, para agradecérselo. ¡Faltaría más!
¡¡Gracias por cuidarme y dejarme vivir!!
Lola
P.D. ¿Qué habrá cenado el que recomendó comer conejo?
16 dic 2007
QUE CANTEN LOS NIÑOS
"QUE CANTEN LOS NIÑOS"
Cancion hermosa de Jose Luis Perales.
Ojalá algun día pueda modificarse su letra porque todos los niños del mundo puedan cantar por igual.
12 dic 2007
MARIO BENEDETTI
Poeta y novelista uruguayo nacido en 1920 en Paso de Los Toros
PASATIEMPO
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
SI DIOS FUERA UNA MUJER
¿y si Dios fuera una mujer?
-Juan Gelman
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia
10 dic 2007
JUAN GELMAN PREMIO CERVANTES
PREMIO CERVANTES:
Andar con las rodillas desnudas
por un campo de vidrios rotos
Andar con el alma desnuda
por un campo de compañeros rotos
Juan Gelman
Juan Gelman, Buenos Aires Argentina 1930.
Hijo de padres ucranianos; José Gelman y Paulina Burichson.
Desde niño siente la necesidad de escribir poesía. A los once años se enamora de una niña con las rodillas sucias y le envía poemas copiados de otros poetas.
"En la bitácora del barco alguien anota el testimonio de la infancia: el ambiente familiar en la casa de Villa Crespo, el niño turbado por el amor, el que junta papeles plateados en la calle, las manos pequeñas en el océano del piano, el olor del primer poema, el murmullo del barrio, los inicios del grupo El Pan Duro".
Uno se pasa años escribiendo sin pensar que va a publicar, simplemente escribiendo porque tenés necesidad de hacerlo. Había un grupo de muchachos, no todos poetas, que me alentaron para publicar. Con otros poetas, Héctor Negro, Julio C. Silvain, Di Taranto, estábamos todos en la misma. Editábamos EÍ Pan Duro, para autopublicarnos. El sistema era la venta previa de bonos; cada bono valía un libro y con ese dinero imprimíamos. Se decidía entre todos cuáles eran los libros que iban a aparecer, el orden y todo lo demás. Lo extraordinario cm que no había competitividad entre nosotros y en votación se decidió que Violín y otras cuestiones fuera el primero en salir, luego apareció el de Héctor Negro. También empezamos a realizar lecturas públicas de poesía. Fue después del golpe del 55, en el teatro La Máscara. Ahí conocí a Raúl González Tuñón, una vuelta que lo habían invitado. También hacíamos lecturas en clubes de barrio, en bibliotecas públicas, en distintos sitios.
Seguro que escribo poesía de puro holgazán, porque la ventaja de los versos es la brevedad. El poema es corto, las líneas son más cortas. Sin embargo una vez intenté hacer una novela, y llegué hasta la página treinta... Creo que se iba a llamar El diario del poeta o algo así. Era una especie de farsa. Y también hice un libro de cuentos, allá por el año 1967 o 1968. Pero éste era ante todo un ejercicio personal relacionado con toda mi búsqueda poética e idiomática de ese momento. No sabría decir si eran exactamente cuentos. Digamos que eran textos, que en parte se perdieron".
Víctima de la dictadura militar de Sanguinetti (1999)
Perdió a su hijo, su nuera embarazada de siete meses desaparece. Desde entonces comienza la búsqueda de ese/a nieta/o.
Músicas
Narciso tenía hambre, miró
las aguas para ver si hay peces
y se encontró con él.
Este accidente de la historia
cuesta mundos a los pobres mortales.
Tienen hambre de sí mismos, pero en verdad
nunca se miran a sí mismos, son mirados y de ahí
viene la costumbre de
devorarnos bajo
un sí mismo sostenido mayor.
Texto recogido en google
Andar con las rodillas desnudas
por un campo de vidrios rotos
Andar con el alma desnuda
por un campo de compañeros rotos
Juan Gelman
Juan Gelman, Buenos Aires Argentina 1930.
Hijo de padres ucranianos; José Gelman y Paulina Burichson.
Desde niño siente la necesidad de escribir poesía. A los once años se enamora de una niña con las rodillas sucias y le envía poemas copiados de otros poetas.
"En la bitácora del barco alguien anota el testimonio de la infancia: el ambiente familiar en la casa de Villa Crespo, el niño turbado por el amor, el que junta papeles plateados en la calle, las manos pequeñas en el océano del piano, el olor del primer poema, el murmullo del barrio, los inicios del grupo El Pan Duro".
Uno se pasa años escribiendo sin pensar que va a publicar, simplemente escribiendo porque tenés necesidad de hacerlo. Había un grupo de muchachos, no todos poetas, que me alentaron para publicar. Con otros poetas, Héctor Negro, Julio C. Silvain, Di Taranto, estábamos todos en la misma. Editábamos EÍ Pan Duro, para autopublicarnos. El sistema era la venta previa de bonos; cada bono valía un libro y con ese dinero imprimíamos. Se decidía entre todos cuáles eran los libros que iban a aparecer, el orden y todo lo demás. Lo extraordinario cm que no había competitividad entre nosotros y en votación se decidió que Violín y otras cuestiones fuera el primero en salir, luego apareció el de Héctor Negro. También empezamos a realizar lecturas públicas de poesía. Fue después del golpe del 55, en el teatro La Máscara. Ahí conocí a Raúl González Tuñón, una vuelta que lo habían invitado. También hacíamos lecturas en clubes de barrio, en bibliotecas públicas, en distintos sitios.
Seguro que escribo poesía de puro holgazán, porque la ventaja de los versos es la brevedad. El poema es corto, las líneas son más cortas. Sin embargo una vez intenté hacer una novela, y llegué hasta la página treinta... Creo que se iba a llamar El diario del poeta o algo así. Era una especie de farsa. Y también hice un libro de cuentos, allá por el año 1967 o 1968. Pero éste era ante todo un ejercicio personal relacionado con toda mi búsqueda poética e idiomática de ese momento. No sabría decir si eran exactamente cuentos. Digamos que eran textos, que en parte se perdieron".
Víctima de la dictadura militar de Sanguinetti (1999)
Perdió a su hijo, su nuera embarazada de siete meses desaparece. Desde entonces comienza la búsqueda de ese/a nieta/o.
Músicas
Narciso tenía hambre, miró
las aguas para ver si hay peces
y se encontró con él.
Este accidente de la historia
cuesta mundos a los pobres mortales.
Tienen hambre de sí mismos, pero en verdad
nunca se miran a sí mismos, son mirados y de ahí
viene la costumbre de
devorarnos bajo
un sí mismo sostenido mayor.
Texto recogido en google
8 dic 2007
6 dic 2007
UN DESPISTE
Era una mañana fría de diciembre. Algo sucedió, el reloj no sonó. Micaela se vistió apresuradamente para no llegar tarde al trabajo.
Acostumbraba Micaela - mala costumbre -, al acostarse, despojarse de la ropa quitándose todo a la vez: explico: de cintura para arriba; jersey, camisa y sujetador. De cintura para abajo; falda o pantalón, pantys y demás.
Como el tiempo apremiaba, no tenía tiempo de abrir el armario, echar una ojeada y elegir qué ponerse, como solía hacer cada mañana. Cogió el pantalón del día anterior, y, -eso sí -, ropa interior limpia.
Tampoco pudo recrearse ante el espejo, como de costumbre, antes de salir.
Corrió hacia el metro, iba repleto. Por poco atropella una señora que caminaba a contracorriente pidiendo auxilio por el robo de su bolso ante la indiferencia de todos. Por fin llegó al andén. Nadie se fijaba en nadie. Ya en el vagón, entre el tumulto de gente, le carcomía el no haber ayudado a esa pobre mujer. Todo porque el tiempo apremiaba y llegaba tarde al trabajo.
Se bajó en Sol. Fue al pie de la escalera salida a Mayor, cuando un joven se acercó a Micaela muy sigiloso y le dijo: “señorita, por el bajo del pantalón le asoma algo”.
Micaela muy coqueta se giró para mirarse. En efecto, algo negro se veía. Cómo por falta de tiempo no se había puesto las lentillas, no discernía que podía ser, y refunfuñando, mientras se inclinaba comentó: ¡Maldita manía de sacar a los perros a hacer sus necesidades en cualquier parte!
Se agachó para quitárselo. Era nada menos que la puntera del panty del día anterior, que con las prisas, olvidó de quitar. Comenzó a tirar. No había forma. El brazo no daba más de sí, sólo salía una parte del panty. Estaba enganchado en la entrepierna y por más que tiraba no salía.
La gente ante el espectáculo se arremolinaba, se daban codazos entre sí por alcanzar la primera línea.
Llegó un señor gordito de baja estatura. Por más que se empinaba, no conseguía enterarse de nada. Preguntó a otro más o menos de su talla que se esforzaba estirando el cuello y satisfacer su curiosidad. Tampoco supo informarle, a lo cual, ante la duda, y como buenos ciudadanos, decidieron avisar a la policía.
Mientras tanto, apaciguando sus nervios, Micaela cavilaba como salir de aquel atolladero.Era inútil solucionarlo por debajo, muy resuelta, se desabrochó el pantalón y sacó el panty por la cintura ante la expectación y risas del público aglomerado.
Micaela entre acalorada y nerviosa corrió hacia la salida. Unos policías bajaban presurosos las escaleras. Al comprobar la falsa alarma, dieron media vuelta, regresando a sus puestos.
Un despliegue de coches policiales bloqueaban las calles de Arenal y Mayor. Micaela quedó abrumada.
- ¡Qué barbaridad! Que movilización para nada que ha ocurrido.
El joven que caminaba junto a ella murmuró: -Señorita, creo que se confunde, hoy pasa la comitiva real hacia el Congreso de los Diputados dónde se celebra los veinticinco años de la Constitución.
Micaela cayó en la cuenta, porqué no había sonado el reloj.
Kety Morales Argudo
6-12-2003