QUISIERA SER DULCINEA

MI SUEÑO CON CERVANTES


Un sueño extraño he tenido
me ha dado que pensar,
en mi sueño vi a Cervantes
y con él podía hablar.

Caminaba pensativo
preocupado y cabizbajo,
le observé por un momento
le encontré algo cansado.

Le pregunté: ¿Qué le pasa?
Cervantes me contestó:
Después de tanta aventura
no se, si algo valgo yo¡

¡Cómo no¡ le contesté:
¡Todos valemos algo¡
Otra cosa es, que alguien
sepa valorarnos.

Me contó de una moza
que conoció él muy bella:
¡Es tanta su dulzura¡
que la llamo Dulcinea.

Algo le noté en su rostro
en sus ojos, vi estrellas
su voz pareció temblar,
cuando me habló de ella.

- Como mía no ha de ser,
la reflejaré en un libro
será la amada de él,
ya que mía, no ha sido.

El hablaba con tristeza,
a la vez entusiasmado.
En su libro él decía,
cosas que le habían pasado.

- Cuéntame tu, de tu vida
me preguntó él a mi:
- ¡Oh! Señor¡ Le contesté:
¡Qué le podría contar!

Yo no tengo aventuras,
a Italia, no fui jamás,
no estuve en cautiverio
a batallas, fui jamás

Tenemos algo en común
le dije muy orgullosa:
nací donde Dulcinea
esa mujer tan hermosa.

-A través de Don Quijote
yo contaré mis hazañas,
a veces con fantasía,
a veces exageradas.

¡Será de tal magnitud¡
-decía él convencido-
que don Quijote será
por todos bien conocido.
*
Él se marchó caminando
hacia la calle Mayor
cuando entraba por su puerta
mi sueño allí terminó.

¡Cuando al fin desperté!
de ese extraño sueño
con nostalgia yo quedé
de no ser la Dulcinea
que conociera en mi pueblo.

*
“Aventuras y desventuras
él contaba en su libro.
Quizá por eso el Quijote
tanta fama ha tenido”

Kety Morales Argudo
1997