Nicoletta Ceccoli
Permanecíamos en un duermevela desde que decidió que aquel habitáculo sombrío y oscuro, fuese nuestra morada, hasta que llegase el día; o bien de destruirnos, o sacarnos a la luz y nos dejase volar sin prejuicios ni ataduras
De repente, casi con timidez, notamos como se deslizaba el cajón. Una luz cegadora iluminó la estancia. Nos espabilamos enseguida. Algo raro ocurría.
Una mano temblorosa y dubitativa hurgaba buscando sabe dios qué. A todos nos zarandeó de un lado a otro, de arriba abajo, de abajo arriba, tal vez porque no encontraba lo que quería, o, dudaba por cual decidirse.
Todos queríamos ser elegidos. Aunque ella no nos oía, gritábamos: ¡A mí, elígeme a mí! Pero haciendo oídos sordos seguía su búsqueda. Tenía las ideas fijas y sabía bien a quien buscaba.
Todos queríamos ser elegidos. Aunque ella no nos oía, gritábamos: ¡A mí, elígeme a mí! Pero haciendo oídos sordos seguía su búsqueda. Tenía las ideas fijas y sabía bien a quien buscaba.
Cuando noté el tacto de su mano, creí estar soñando. ¡Me ha elegido a mí!-pensé-. Entre todos los que habitamos desde hace tiempo, ¡me ha elegido a mí!
Lo que yo ignoraba, era el lugar que me tenía reservado, exponerme ante el mundo tras la pantalla de un artilugio frío, donde un sinfín de observadores entran y salen en un jubileo constante.
Quedé triste al verme encerrado de nuevo. Hubiese preferido ser llevado a un folio junto a compañeros que corrieron mejor suerte, y volar como los pájaros y las mariposas, descansando en regazos y acariciado por infinidad de manos. Si, ya sé, que eso ha quedado obsoleto y prefieren una pantalla. En fin, tendré que resignarme, peor era vivir en la oscuridad.
Kety Morales
6 comentarios:
Precioso Kety, me alegro que mi entrada te haya sugerido todo eso, teniendo en cuenta que hace mucho que no escribías relatos. Es verdad que es un "liberado" aunque es posible que estuviera mejor en el cajón.
La niñez no nos abandona nunca, sobre todo la propia.
Besos.
Hola Kety, visitando blog de amigos a bordo de mi Somorgujo Asombrado llegué hasta aquí, y me encuentro con un magnífico relato escrito con una pluma que se desliza plena de sentimientos. Dejo mi huella para regresar a leerte, siempre que me lo permitas, claro.
Un gran saludo.
Me ha gustado muchísimo. Dulce, tierno y lleno de sentido para todos los que escribimos.
Este personaje liberado lleva toda la razón: de algún modo ha de salir al exterior, aunque sea virtualmente. Es lo que tienen los tiempos actuales, Kety.
Un abrazo.
Lo que importa es salir a la luz...
Besos.
Puri, creo que voy a liberar los míos. ;-)))
La niñez, junto a mis nietos la estoy deisfrutando a tope.
Roberto, Bienvenido a este blog. gracias por tus palabras, siempre que lo desees serás bien recibido. La puerta está abierta.
Isabel no tengo tableta para los libros, me la regalaron mis hijos en Navidad y la devolví, soy más de papel. Pero reconozco que es una buena opción más económica y no ocupa espacio. Al final claudicaré.;-))
Pedro, habrá que conformarse.
Un abrazo a todos
Mª Ángeles y Luz: me cuesta mucho entrar en sus blogs.
Besos
Kety, adaptarse a los nuevos tiempos, ya sabes, lo que no es incompatible con seguir manteniendo nuestros gustos de siempre.
Me ha gustado el relato mucho.
Un abrazo
Publicar un comentario