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22 jul 2008

EL QUIJOTE ESCRITO POR INTERNAUTAS: El CURIOSO IMPERTINENTE




El Quijote.
Ilustración
Gustavo Doré






A ver que os parece la idea.

Capítulo XXXIII "El Curioso Impertinente"

Entre todos/as escribir el capítulo.

Paso el testigo para continuar a Conchi, Puri, Luz, Piedad, Antiqva, Sabela, Clarice, Angie, Cristina, Marina, María Isabel, Abuelonet, Driada, Juan Pedro, Josef, Viviane, Vegaspes, Pedro (espero que estés de vuelta). Juan Carlos...,
Yo copiaré lo que cada uno escriba para continuar el relato.
Podéis extenderos todo lo que queráis, :-)
Estáis invitados todos los que lleguéis hasta aquí.


"En Florencia, ciudad rica y famosa de Italia, en la provincia que llaman Toscana, vivían Anselmo y Lotario, dos caballeros ricos y principales, y tan amigos que, por su excelencia y antonomasia, de todos los que los conocían los dos amigos eran llamados...(Kety)
Eran solteros, mozos de una misma edad y de unas mismas costumbres, todo lo cual era bastante causa a que los dos con recíproca amistad se correspondiesen...(Sabela)
Bien es verdad que el Anselmo era algo más inclinado a los pasatiempos amorosos que el Lotario, al cual llevaban tras sí los de la caza. Pero cuando se ofrecía dejaba Anselmo de acudir a sus gustos por seguir los de Lotario, y Lotario dejaba los suyos por acudir a los de Anselmo, y de esta manera andaban tan a una sus voluntades, que no había concertado reloj que así lo anduviese...(Conchi)
"Andaba Anselmo perdido de amores de una doncella principal y hermosa de la misma ciudad, hija de tan buenos padres, y tan buena ella por sí, que se determinó, con el parecer de su amigo Lotario, sin el cual ninguna cosa hacía, de pedirla por esposa a sus padres; y, así, lo puso en ejecución; y el que llevó la embajada fue Lotario, y el que concluyó el negocio tan a gusto de su amigo, que en breve tiempo se vio puesto en la posesión que deseaba, y Camila tan contenta de haber alcanzado a Anselmo por esposo, que no cesaba de dar gracias al cielo y a Lotario, por cuyo medio tanto bien le había venido... (Cristina)
Los primeros días como todos los de la boda suelen ser alegres, continuó Lotario como solía la casa de su amigo Anselmo, procurando honralle, festajalle y regocijalle con todo aquello que a él le fue posible; pero acabadas las bodas y sosegada ya la frecuencia de las visitas y parabienes comenzó Lotario a descuidarse con cuidado de las ideas en casa de Anselmo, por parecerle a él-como es razón que parezca a todos los que fueren discretos- que no se han de visitar ni continuar las casas de los amigos casados de lamisma manera que cuando eran solteros; porque aunque la buena y verdadera amistad no puede ni debe ser sospechosa en nada, con todo esto, es tan delicada la honra del casado, que parece que se puede ofender aun de los mesmos hermanos, cuanto más de los amigos... (Luz)

"Pero Anselmo se sentía abandonado por su amigo del alma y comenzaba sentirse harto de la miel que destilaba el rico panal de Camila. Es más, Anselmo tan alma gemela de Lotario, anhelaba que su amigo probara los mismos manjares que él disfrutaba de manera exclusiva. Con estos pensamientos andaba el camino que le condujo a la proposición juguetona y placentera para los tres..."(Versión Pedro)

Notó Anselmo la remisión de Lotario, y formó dél quejas grandes, diciéndole que si él supiera que el casarse había de ser parte para no comunicalle como solía, que jamás lo hubiera hecho, y que si, por la buena correspondencia que los dos tenían mientras él fue soltero, habían alcanzado tan dulce nombre como el de ser llamados los dos amigos, que no permitiese, por querer hacer del circunspecto, sin otra ocasión alguna, que tan famoso y tan agradable nombre se perdiese; y que así, le suplicaba, si era lícito que tal término de hablar se usase entre ellos, que volviese a ser señor de su casa, y a entrar y salir en ella como de antes, asegurándole que su esposa Camila no tenía otro gusto ni otra voluntad que la que él quería que tuviese, y que por haber sabido ella con cuántas veras los dos se amaban, estaba confusa de ver en él tanta esquiveza...(Kety)
A todas estas y otras muchas razones que Anselmo dijo a Lotario para persudiarle volviose como solia a su casa, respondio Lotario con tanta prudencia, discreción y aviso, que Anselmo quedo satisfecho de la buena intencion de su amigo, y quedaron de concierto que dos dias en la semana y las fiestas fuese Lotario a comer con el..." (Antiqva)
..."y aunque esto quedó así concertado entre los dos, propuso Lotario de no hacer más de aquello que viese que más convenía a la honra de su amigo, cuyo crédito estimaba en más que el suyo propio. Decía él, y decía bien, que el casado a quien el cielo había concedido mujer hermosa tanto cuidado había de tener qué amigos llevaba a su casa, como en mirar con qué amigas su mujer conversaba, porque lo que no se hace ni concierta en las plazas, ni en los templos, ni en las fiestas públicas, ni estaciones, cosas que no todas veces las han de negar los maridos a sus mujeres, se concierta y facilita en casa de la amiga o la parienta de quien más satisfacción se tiene..." (Conchi)
"También decía Lotario que tenían necesidad los casados de tener cada uno algún amigo que le advirtiese de los descuidos que en su proceder hiciese, porque suele acontecer que con el mucho amor que el marido a la mujer tiene, o no le advierte o no le dice, por no enojalla, que haga o deje de hacer algunas cosas, que el hacellas o no, le sería de honra o de vituperio; de lo cual, siendo del amigo advertido, facilmente pondría remedio en todo..." (Piedad)
Pero ¿dónde se hallará amigo tan discreto y tan leal y verdadero como aquí Lotario le pide? No lo sé yo, por cierto; sólo Lotario era éste, que con toda solicitud y advertimiento miraba por la honra de su amigo, y procuraba diezmar, frisar y acortar los días del concierto del ir a su casa, porque no pareciese mal al vulgo ocioso, y a los ojos vagabundos y maliciosos, la entrada de un mozo rico, gentilhombre y bien nacido, y de las buenas partes que él pensaba que tenía, en la casa de una mujer tan hermosa como Camila; que, puesto que su bondad y valor podía poner freno a toda maldiciente lengua, todavía no quería poner en duda su crédito ni el de su amigo, y por esto los más de los días del concierto los ocupaba y entretenía en otras cosas, que él daba a entender ser inexcusables. Así que en quejas del uno y disculpas del otro se pasaban muchos ratos y partes del día..." (Conchi)
Sucedió, pues, que uno que los dos se andaban paseando por un prado fuera de la ciudad, Anselmo dijo a Lotario las semejantes razones:
- Pensabas, amigo Lotario, que a las mercedes que Dios me ha hecho en hacerme hijo de tales padres como fueron los míos y al darme, no con mano escasa, los bienes, así los que llaman de naturaleza como los de fortuna, no puedo yo corresponder con agradecimiento que llegue al bien recebido, y sobre al que me hizo en darme a tí por amigo y a Camila por mujer propia, dos prendas que las estimo, si no en el grado que debo, en el que puedo. Pues con todas estas partes, que suelen ser el todo con que los hombres suelen vivir contentos, vivo yo el más despechado y el más desabrido hombre de todo el universo mundo; porque no sé qué días a esta parte me fatiga y aprieta un deseo tan extraño y tan fuera del uso común de otros, que yo me maravillo de mí mismo, y meculpo y me riño a solas, y procuro callarlo y encubrirlo de mis proprios pensamientos; y así ma ha sido posible salir con este secreto como si de industria procurara decillo a todo el mundo. Y pues que en efecto, él ha de salir a plaza, quiero que sea en la del archivo de tu secreto, confiado que, con él y con la diligencia que pondrás, como mi amigo que me causa, y llegará mi alegría por tu solicitud al grado que ha llegado mi descontento por mi locura... (Kety)
Suspenso tenían a Lotario las razones de Anselmo, y no sabía en qué había de parar tan larga prevención o preámbulo, y aunque iba revolviendo en su imaginación qué deseo podría ser aquel que a su amigo tanto fatigaba, dio siempre muy lejos del blanco de la verdad; y por salir presto de la agonía que le causaba aquella suspensión, le dijo que hacía notorio agravio a su mucha amistad en andar buscando rodeos para decirle sus más encubiertos pensamientos, pues tenía cierto que se podía prometer de él, o ya consejos para entretenerlos, o ya remedio para cumplirlos. -Así es la verdad -respondió Anselmo- y con esa confianza te hago saber, amigo Lotario, que el deseo que me fatiga es pensar si Camila, mi esposa, [es tan] buena y tan perfecta como yo pienso, y no puedo enterarme en esta verdad si no es probándola de manera que la prueba manifieste los quilates de su bondad, como el fuego muestra los del oro..." (Conchi)
Porque yo tengo para mí, ¡oh amigo!, que no es una mujer más buena de cuanto es o no es solicitada, y que aquella sola es fuerte que no se dobla a las promesas, a las dádivas, a las lágrimas y a las continuas importunidades de los solícitos amantes. Porque ¿qué hay que agradecer- decíaél- que una mujer sea buena, si nadie le dice que sea mala? ¿Qué mucho que esté recogida y temerosa la que no le dan ocasión para que se suelte, y la que sabe que tiene marido que, en cogiéndola en la primera desenvoltura, la ha de quitar la vida? Ansí que la que es buena por temor, o por falta de lugar, yo no la quiero tener en aquella estima en que tendré a la solicitada y perseguida, que salió con la corona del vencimiento. De modo que por estas razones, y por otras muchas que te pudiera decir para acreditar y fortalecer la opinión que tengo, deseo que Camila, mi esposa, pase por estas dificultades, y se acrisole y quilate en el fuego de verse requerida y solicitada, y de quien tenga valor para poner en lla sus deseos; y si ella sale, como creo que saldrá con la palma desta batalla, tendré yo por sin igual mi ventura; podré yo decir que está colmo el vacío de mis deseos; diré que me cupo en suerte la mujer fuerte, de quien el sabio dice que ¿quién la hallará?...(Kety)
Y cuando esto suceda al revés de lo que pienso, con el gusto de ver que acerté en mi opinión, llevaré sin pena la que de razón podrá causarme mi tan costosa experiencia. Y presupuesto que ninguna cosa de cuantas me dijeres en contra de mi deseo ha de ser de algún provecho para dejar de ponerle por la obra, quiero, oh amigo Lotario, que te dispongas a ser el instrumento que labre aquesta obra de mi gusto; que yo te daré lugar para que lo hagas, sin faltarte todo aquello que yo viere ser necesario para solicitar a una mujer honesta, honrada, recogida y desinteresada. "Y muéveme, entre otras cosas, a fiar de ti esta tan ardua empresa, el ver que si de ti es vencida Camila, no ha de llegar el vencimiento a todo trance y rigor, sino a sólo a tener por hecho lo que se ha de hacer, por buen respeto, y, así, no quedaré yo ofendido más de con el deseo, y mi injuria quedará escondida en la virtud de tu silencio, que bien sé que en lo que me tocare ha de ser eterno como el de la muerte. Así que, si quieres que yo tenga vida que pueda decir que lo es, desde luego has de entrar en esta amorosa batalla, no tibia ni perezosamente, sino con el ahínco y diligencia que mi deseo pide y con la confianza que nuestra amistad me asegura." Estas fueron las razones que Anselmo dijo a Lotario, a todas las cuales estuvo tan atento, que, si no fueron las que quedan escritas que le dijo, no desplegó sus labios hasta que hubo acabado, y viendo que no decía más, después que le estuvo mirando un buen espacio, como si mirara otra cosa que jamás hubiera visto, que le causara admiración y espanto, le dijo:...(Conchi)
-No me puedo persuadir, ¡oh amigo Anselmo!, a que no sean burlas las cosas que me has dicho; que a pensar que de veras las decías, no consintiera que tan adelante pasaras, porque con no escucharte previniera tu larga arenga. Sin duda imagino, o que no me conoces, o que yo no te conozco. Pero no; que bien sé que eres Anselmo, y tú sabes que yo soy Lotario; el daño está en que yo pienso que no eres el Anselmo que solías, y tú debes de haber pensado que tampoco yo soy el Lotario que debía ser, porque las cosas que me has dicho, ni son de aquel Anselmo mi amigo, ni las que me pides se han de pedir a aquel Lotario que tú conoces; porque los buenos amigos han de probar a sus amigos y valerse dellos, como dijo un poeta, usque ad aras; que quiso decir que no se habían de valer de su amistad en cosas que fuesen contra Dios. Pues si esto sintió un gentil de la amistad, ¿Cuánto mejor es que lo sienta el cristiano, que sabe que por ninguna humana ha de perder la amistad divina? Y cuando el amigo tirase tanto la barra, que pusiese aparte los respetos del cielo por acudir a los de su amigo, no ha de ser por cosas ligeras y de poco momento, sino por aquellas en que vaya la honra y la vida de su amigo. Pues dime tú ahora, Anselmo: ¿cuál destas dos cosas tienes en peligropara que yo me aventure a complacerte y a hacer una cosa tan detestable como me pides?
Ninguna, por cierto; antes me pides, según yo entiendo, que procure y solicite quittarte la honra y la vida, y quitármela a mí juntamente. Porque si yo he de procurar quitarte la honra, claro está que te quito la vida, pues el hombre sin honra peor es que un muerto; y siendo yo el instrumento, como tú quieres que lo sea, de tanto mal tuyo, ¿no vengo a quedar deshonrado, y, por el mesmo consiguiente, sin vida? Escucha, amigo Anselmo, y ten paciencia de no responderme hasta que acabe de decirte lo que se me ofreciere acerca de lo que te ha pedido tu deseo; que tiempo quedará para que tú me repliques y yo te escuche.
-Que me place- dijo Anselmo-; di lo que quisieres...(Kety)

...Y Lotario prosiguió diciendo: ¡oh Anselmo!, que tienes tú ahora el ingenio como el que siempre tienen los moros, a los cuales no se les puede dar a entender el error de su secta con las acotaciones de la Santa Escritura, ni con razones que consistan en especulación del entendimiento, ni que vayan fundadas en artículos de fe, sino que les han de traer ejemplos palpables, fáciles, inteligibles, demostrativos, indubitables, con demostraciones matemáticas que no se pueden negar como cuando dicen: "Si de dos partes iguales quitamos partes iguales, las que quedan también con iguales;..." (Abuelonet)
"...y cuando esto no entienden de palabra, como, en efecto, no lo entienden, hàseles de mostrar con las manos, y ponèrselo delante de los ojos, y, aun con todo esto, no basta nadie con ellas a persuadirles las verdades de mi sacra religiòn. Y este mismo tèrmino y modo me convendrà usar contigo, porque el deseo que en ti ha nacido va tan descaminado y tan fuera de todo aquello que tenga sombra de razonable, que me parece que ha de ser tiempo gastado el que ocupare en darte a entender tu simplicidad, que por ahora no le quiero dar otro nombre, y aun estoy por dejarte en tu desatino, en pena de tu mal deseo; mas no me deja usar este rigor la amistad que te tengo, la cual no consiente que te deje puesto en tan manifiesto peligro de perderte..."
(Clarice Baricco)
"Y porque claro lo veas, dime, Anselmo: ¿tú me has dicho que tengo de solicitar a una retirada, persuadir a una honesta, ofrecer a una desinteresada, servir a una prudente? Si que me lo has dicho. Pues si tú sabes que tienes mujer retirada, honesta, desinteresada y prudente, ¿qué buscas? Y si piensas que de todos mis asaltos ha de salir vencedora, como saldrá sin duda, ¿qué mejores títulos piensas darle después que los que ahora tiene?; ¿o qué será más después de lo que es ahora? O es que tú no la tienes por la que dices, o tú no sabes lo que pides. Si no la tienes por lo que dices, ¿para qué quieres probarla, sino, como a mala, hacer de ella lo que más te viniere en gusto? Mas si es tan buena como crees, impertinente cosa será hacer experiencia de la misma verdad, pues después de hecha se ha de quedar con la estimación que primero tenía. Así que es razón concluyente que el intentar las cosas de las cuales antes nos puede suceder daño que provecho es de juicios sin discurso y temerarios; y más cuando quieren intentar aquéllas a que no son forzados ni compelidos, y que de muy lejos traen descubierto que el intentarlas es manifiesta locura..." (Sabela)
"Las cosas dificultosas se intentan por Dios, o por el mundo,o por entrambos a dos:las que se acometen por Dios son las que acometieron los santos,acometiendo a vivir vida de ángeles en cuerpos humanos; las que se acometen por respeto del mundo son las de aquellos que pasan tanta infinidad de agua, tanta diversidad de climas, tanta estrañeza de gentes, por adquirir estos que llaman bienes de fortuna.Y las que se intentan por Dios y por el mundo juntamente son aquellas de los valerosos soldados, que apenas vee en el contrario muro abierto tanto espacio cuanto es el que pudo hacer una redonda bala de artillería, cuando, puesto aparte todo temor, sin hacer discurso ni advertir al manifiesto peligro que les amenaza,llevados en vuelo de las alas del deseo de volver por su fe, por su nación y por su rey, se arrojan intrépidamente por la mitad de mil contrapuestas muertes que los esperan..." (Vivianne)
"Estas cosas son las que suelen intentarse, y es honra, gloria y provecho intentarlas, aunque tan llenas de inconvenientes y peligros; pero la que tú dices que quieres intentar y poner por obra, ni te ha de alcanzar gloria de Dios, bienes de fortuna ni fama con los hombres; porque, puesto que salgas con ella como deseas no has de quedar ni más ufano, ni más rico, ni más honrado que estás ahora; y si no sales, te has de ver en la mayor miseria que imaginarse pueda, porque no te ha de aprovechar pensar entonces que no sabe nadie la desgrecia que te ha sucedido; porque bastará para afligirte y deshacerte que la sepas tú mesmo. Y para confirmación desta verdad, te quiero decir un estancia que hizo el famoso poeta Luis Tansilo, en el fin de su primera parte de Las lágrimas de San Pedro, que dice así:

Crece el dolor y crece la vergüenza
en Pedro, cuando el día se ha mostrado,
y aunque allí no ve a nadie, se avergüenza
de sí mesmo, por ver que había pecado:
que a un magnánimo pecho a haber vergüenza
no sólo ha de moverle el ser mirado;
que de sí se avergüenza cuando yerra,
si bien otro no ve que cielo y tierra.
...(Puri)

"Así que no excusarás con el secreto tu dolor; antes tendrás que llorar contino, si no lágrimas de los ojos, lágrimas de sangre del corazón, como las lloraba aquel simple doctor que nuestro poeta nos cuenta, que hizo la prueba del vaso, que con mejor discurso se excusó de hacerlo el prudente Reinaldos; que puesto que aquello sea ficción poética, tiene en sí encerrados secretos morales dignos de ser advertidos y entendidos e imitados. Cuanto más, que con lo que ahora pienso decirte, acabarás de venir en conocimiento del grande error que quieres cometer."Dime, Anselmo: si el cielo, o la suerte buena, te hubiera hecho señor y legítimo posesor de un finísimo diamante, de cuya bondad y quilates estuviesen satisfechos cuantos lapidarios le viesen, y que todos a una voz y de común parecer dijesen que llegaba en quilates, bondad y fineza a cuanto se podía extender la naturaleza de tal piedra, y tú mismo lo creyeses así, sin saber otra cosa en contrario, ¿sería justo que te viniese en deseo de tomar aquel diamante, y ponerle entre un yunque y un martillo, y allí, a pura fuerza de golpes y brazos, probar si es tan duro y tan fino como dicen? Y más, si lo pusieses por obra; que puesto caso que la piedra hiciese resistencia a tan necia prueba, no por eso se le añadiría más valor ni más fama, y si rompiese, cosa que podría ser, ¿no se perdía todo? Sí, por cierto, dejando a su dueño en estimación de que todos le tengan por simple. Pues haz cuenta, Anselmo amigo, que Camila es finísimo diamante, así en tu estimación como en la ajena, y que no es razón ponerla en contingencia de que se quiebre, pues aunque se quede son su entereza, no puede subir a más valor del que ahora tiene, y si faltase y no resistiese, considera desde ahora cuál quedarías sin ella, y con cuanta razón te podrías quejar de ti mismo, por haber sido causa de su perdición y la tuya..." (Sabela)
Mira que no hay joya en el mundo que tanto valga como la mujer casta y honrada, y que todo el honor de las mujeres consiste en la opinión buena que dellas se tiene; y pues la de tu esposa es tal que llega al extremo de bondad que sabes, ¿para qué quieres poner esta verdad en duda? Mira, amigo, que la mujer es animal imperfecto, y que no se le han de poner embarazos donde tropiece y caiga, sino quitárselos y despejalle el camino de cualquier inconveniente, para que sin pesadumbre corra ligera a alcanzar la perfeción que le falta, que consiste en el ser virtuosa. Cuentan los naturales que el arminio es un animalejo que tiene una piel blanquísima, y que cuando quieren cazarle, los cazadores usan deste artificio: que, sabiendo las partes por donde suele pasar y acudir, las atajan con lodo, y después, ojeándole, le encaminan hacia aquel lugar, y así como el arminio llega al lodo, se está quedo y se deja prender y cautivar, a trueco de no pasar por el cieno y perder y ensuciar su blancura, que la estima en más que la libertad y la vida.
La honesta y casta mujer es arminio, y es más que nieve blanca y limpia la virtud de la honestidad; y el que quisiere que no la pierda, antes la guarde y conserve, ha de usar de otro estilo diferente que con el arminio se tiene, porque no le han de poner delante el cieno de los regalos y servicios de los importnos amantes, porque quizá, y aún sin quizá, no tiene tanta virtud y fuerza natural que pueda por sí mesma atropellar y pasar por aquellos embarazos; y es necesario quitárselos y ponerle delante la limpieza de la virtud y la belleza que encierra en sí la buena fama... (Kety)
"Es asimismo la buena mujer como espejo de cristal luciente y claro, pero está sujeto a empañarse y oscurecerse con cualquiera aliento que le toque. Hase de usar con la honesta mujer el estilo que con las reliquias: adorarlas y no tocarlas. Hase de guardar y estimar la mujer buena como se guarda y estima un hermoso jardín que está lleno de flores y rosas, cuyo dueño no consiente que nadie le pasee ni manosee; basta que desde lejos y por entre las verjas de hierro gocen de su fragancia y hermosura. Finalmente, quiero decirte unos versos que se me han venido a la memoria, que los oí en una comedia moderna, que me parece que hacen al propósito de lo que vamos tratando. Aconsejaba un prudente viejo a otro, padre de una doncella, que la recogiese, guardase y encerrase, y, entre otras razones, le dijo éstas:
"Es de vidrio la mujer,
pero no se ha de probar
si se puede o no quebrar,
porque todo podría ser.
Y es más fácil el quebrarse,
y no es cordura ponerse
a peligro de romperse
lo que no puede soldarse.
Y en esta opinión estén
todos, y en razón la fundo:
que si hay Dánaes en el mundo,
hay pluvias de oro también...
(Conchi)
Cuando hasta aquí te he dicho, ¡oh Anselmo!, ha sido por lo que a tí te toca; y ahora es bien que se oiga algo de lo que a mí me conviene; y si fuere largo, perdóname; que todo lo requiere el laberinto donde te has entrado, y de donde quieres que yo te saque. Tú me tienes por amigo, y quieres quitarme la honra, cosa que es contra toda amistad, y aun no sólo pretendes esto, sino que procuras que yo te la quite a ti. Que me la quieres quitar a mí, está claro, pues cuando Camila vea que yo la solicito, como me pides, cierto está que me ha de tener por hombre sin honra y mal mirado, pues intento y hago una cosa tan fuera de aquello que el ser quien soy y tu amistad me obliga. De que quieres que te la quite a ti, no hay duda, porque viendo Camila que yo la solicito, ha de pensar que yo he visto en ella alguna liviandad que me dio atrevimiento a descubrirle mi mal deseo, y, teniéndose por deshonrada, te toca a ti, como a cosa suya, su misma deshonra. Y de aquí nace lo que comúnmente se platica: que el marido de la mujer adúltera, puesto que él no lo sepa ni haya dado ocasión para que su mujer no sea la que debe, ni haya sido en su mano, ni en su descuido y poco recato estorbar su desgracia, con todo le llaman y le nombran con nombre de vituperio y bajo, y en cierta manera le miran los que la maldad de su mujer saben con ojos de menosprecio, en cambio de mirarle con los de lástima, viendo que, no por su culpa, sino por el gusto de su mala compañera, está en aquella desventura...(Sabela)
"Pero quiérote decir la causa por que con justa razón es deshonrado el marido de la mujer mala, aunque él no sepa lo que es, ni tenga culpa, ni haya sido parte, ni dado ocasión para que ella lo sea. Y no te canses de oírme, que todo ha de redundar en tú provecho. Cuando Dios crió a nuestro primer padre en el Paraíso terrenal, dice la Divina Escritura que infundió Dios sueño en Adán, y que estando durmiendo, le sacó una costilla del lado siniestro, de la cual formó a nuestra madre Eva; y así como Adán despertó y la miró dijo: "Esta es carne de mi carne y huesos de mis huesos." Y Dios dijo: Por ésta dejará el hombre a su madre y asu padre, y serán dos en una carne misma" Y entonces fue instituido el divino sacramento del matrimonio, con tales lazos, que sólo la muerte puede desatarlos. Y tiene tanta fuerza y virtud este milagroso sacramento, que hace que dos diferentes personas sean una mesma carne; y aún hace más en los buenos casados que, aunque tienen dos almas, no tienen más que una voluntad. Y de aquí viene que, como la carne de la esposa sea una misma con la del esposo, las manchas que en ella caen, o los defectos que se procura, redundan en la carne del marido, aunque él no haya dado, como queda dicho, ocasión para aquél daño. Porque así como el dolor del pie o de cualquier miembro del cuerpo humano le siente todo el cuerpo, por ser todo de una carne mesma , y la cabeza siente el daño del tobillo, sin que ella se le haya causado, así el marido es participante de la deshonra de la mujer, por ser una mesma cosa con ella; y como las honras y las deshonras del mundo sean todas y nazcan de carne y sangre, y las de la mujer mala sean deste género, es forzoso que al marido le quepa parte dellas, y sea tenido por deshonrado sin que él lo sepa... (Puri)
Mira, pues, ¡oh Anselmo!, al peligro que te pones en querer turbar el sosiego en que tu buena esposa vive; mira por cuán vana e impertinente curiosidad quieres revolver los humores que ahora están sosegados en el pecho de tu casta esposa ; advierte que lo que aventuras a ganar es poco y que lo que perderás será tanto, que lo dejaré en su punto , porque me faltan palabras para encarecerlo. Pero si todo cuanto he dicho no basta a moverte de tu mal propósito, bien puedes buscar otro instrumento de tu deshonra y desventura, que yo no pienso serlo aunque por ello pierda tu amistad, que es la mayor pérdida que imaginar puedo...(Abejita de la Vega)
Calló en diciendo esto el virtuoso y prudente Lotario, y Anselmo quedó tan confuso y pensativo, que por un buen espacio no le pudo responder palabra; pero al fin, le dijo:
- Con la atención que has visto he escuchado, Lotario amigo, cuanto has querido decirme, y en tus razones , ejemplos y comparaciones he visto la mucha discreción que tienes y el estremo de la verdadera amistad que alcanzas; y ansimesmo veo y confieso que si no sigo tu parecer y me voy tras el mío, voy huyendo del bien y corriendo tras el mal...(Kety)
Prosupuesto esto, has de considerar que yo padezco ahora la enfermedad que suelen tener algunas mujeres, que se les antoja comer tierra, yeso, carbón y otras cosas peores, aún asquerosas para mirarse, cuanto más para comerse;... (Abuelonet)
así que es menester usar de algún artificio para que yo sane, y esto se podía hacer con facilidad sólo con que comiences, aunque tibia y fingidamente, a solicitar a Camila, la cual no ha de ser tan tierna, que a los primeros encuentros dé con su honestidad por tierra; y con sólo este principio quedaré contento, y tú habrás cumplido con lo que debes a nuestra amistad, no solamente dándome la vida, sino persuadiéndome de no verme sin honra. Y estás obligado a hacer esto por una razón sola, y es que estando yo, como estoy, determinado de poner en práctica esta prueba, no has tú de consentir que yo dé cuenta de mi desatino a otra persona, con que pondría en aventura el honor que tú procuras que no pierda; y cuando el tuyo no esté en el punto que debe en la intención de Camila en tanto que la solicitares, importa poco o nada, pues con brevedad, viendo [en] ella la entereza que esperamos, le podrás decir la pura verdad de nuestro artificio, con que volverá tu crédito al ser primero. Y pues tan poco aventuras y tanto contento me puedes dar aventurándote, no lo dejes de hacer, aunque más inconvenientes se te pongan delante, pues, como ya he dicho, con sólo que comiences daré por concluida la causa..."(Conchi)
Viendo Lotario la resoluta voluntad de Anselmo, y no sabiendo qué más ejemplos traerle ni qué más razones mostrarle para que no la siguiese, y viendo que le amenazaba que daría a otro cuenta de su mal deseo, por evitar mayor mal, determinó de contestarle y hacer lo que le pedía, con propósito e intención de guiar aquel negocio de modo que, sin alterar los pensamientos de Camila, quedase Anselmo satisfecho; y así, le respondió que no comunicase su pensamiento con otro alguno, que él tomaba a su cargo aquella empresa, la cual comenzaría cuando a él le diese más gusto. Abrazole Anselmo tierna y amorosamente, y agradecióle su ofrecimiento, como si alguna grande merced le hubiera hecho; y quedaron de acuerdo entre los dos que desde otro día siguiente se comenzase la obra; que él le daría lugar y tiempo como a sus solas pudiese hablar a Camila, y así mesmo le daría dineros y joyas que darla y que ofrecerla. Aconsejóle que le diese músicas, que escribiese versos de alabanza, y que, cuando él no quisiese tomar trabajo de hacerlo, él mesmo los haría. A todo se ofreció Lotario, bien con diferente intención que Anselmo pensaba.
Y con este acuerdo se volvieron a casa de Anselmo, donde hallaron a Camila con ansia y cuidado, esperando a su esposo, porque aquel día tardaba en venir más de lo acostumbrado... (Kety)
Fuese Lotario a su casa, y Anselmo quedó en la suya tan contento como Lotario pensativo, no sabiendo qué traza dar para salir bien de aquél impertinente negocio; pero aquella noche pensó el modo que tendría para engañar a Anselmo sin ofender a Camila; y otro dia vino a comer con su amigo, y fue bien recebido de Camila, la cual le recebía y regalaba con mucha voluntad, por entender la buena que su esposo le tenía.acabaron de comer, y levantaron los manteles, y Anselmo dijo a Lotario que se quedase allí con Camila en tanto que él iba a un negocio forzoso; que dentro de hora y media volvería. Rogóle Camila que no se fuese, y Lotario se ofreció a hacerle compañía; mas nada aprovechó con Anselmo;antes importunó a Lotario que se quedase y le aguardase, porque tenía que tratar con él una cosa de mucha importancia. Dijo también a Camila que no dejase solo a Lotario en tanto que él volviese. En efeto, él supo tan bien fingir la ncesidad o necedad de su ausencia, que nadie pudiera entender que era fingida. Fuese Anselmo, y quedaron solos a la mesa Camila y Lotario, porque la demás gente de casa toda se había ido a comer. Viose Lotario puesto en la estacada que su amigo deseaba y con el enemigo delante, que pudiera vencer con sola su hermosura a un escuadrón de caballeros armados. Mirad si era razón que le temiera Lotario.Pero lo que hizo fue poner el codo sobre el brazo de la silla y la mano abierta en la mejilla, y pidiendo perdón a Camila del mal comedimiento, dijo que quería reposar un poco en tanto que Anselmo volvía,. Camila le respondió que mejor reposaría en el estrado que en la silla, y así le rogó se entrase a dormir en él. No quiso Lotario, y allí se quedó dormido hasta que volvió Anselmo, el cual, como halló a Camila en su aposento y a Lotario durmiendo, creyó que, como se había tardado tanto, ya habrían tenido los dos lugar para hablar y aun para dormir, y no vio la hora en que Lotario despertase, para volverse con él fuera y preguntarle de su aventura...(Puri)
Todo le sucedió como él quiso: Lotario despertó, y luego salieron los dos de casa, y así, le preguntó lo que deseaba, y le respondió Lotario que no le había parecido ser bien que la primera vez se descubriese del todo, y así no había hecho otra cosa que alabar a Camila de hermosa, diciéndole que en toda la ciudad no se trataba de otra cosa que de su hermosura y discreción, y que éste le había parecido buen principio para entrar ganando la voluntad, y disponiéndola a que otra vez le escuchase con gusto, usando en esto del artificio que el demonio usa cuando quiere engañar a alguno que está puesto en atalaya de mirar por sí; que se transforma en ángel de luz, siéndolo él de tinieblas, y, poniéndole delante apariencias buenas, al cabo descubre quién es y sale con su intención, si a los principios no es descubierto su engaño. Todo esto le contentó mucho a Anselmo, y dijo que cada día daría el mesmo lugar, aunque no saliese de casa, porque en ella se ocuparía en cosas que Camila no pudiese venir en conocimiento de su artificio...(Kety)
Sucedió, pues, que se pasaron muchos días que, sin decir Lotario palabra a Camila, respondía a Anselmo que la hablaba, y jamás podía sacar de ella una pequeña muestra de venir en ninguna cosa que mala fuese, ni aun dar una señal de sombra de esperanza; antes decía que le amenazaba que si de aquel mal pensamiento no se quitaba, que lo había de decir a su esposo...(Sabela)
-Bien està- dijo Anselmo-. Hasta aquì ha resistido Camila a las palabras; es menester ver còmo resiste a las obras; yo os darè mañana dos mil escudos de oro para que se los ofrezcáis, y aun se los deís, y otros tantos para que compréis joyas con que cebarla; que las mujeres suelen ser aficionadas, y màs si son hermosas, por más castas que sean, a esto de tratarse bien y andar galanas; y si ella resiste a esta tentación, yo quedarè satisfecho y no os daré más pesadumbre.Lotario respondiò que ya había comenzado, que él llevaría hasta el fin aquella empresa, puesto que entendía salir de ella cansado y vencido.Otro dìa recibió los cuatro mil escudos, y con ellos cuatro mil confusiones, porque no sabìa què decirse para mentir de nuevo; pero, en efecto, determinò que decirle que Camila estaba tan entera a las dádivas y promesas como a las palabras, y que no había para qué cansarse más, porque todo el tiempo se gastaba en balde. Pero la suerte, que las cosas guiaba de otra manera, ordenó que, habiendo dejado Anselmo solos a Lotario y a Camila, como otras veces solìa, él se encerró en un aposento, y por los agujeros de la cerradura estuvo mirando y escuchando lo que los dos trataban, y vio que en màs de media hora Lotario no habló palabra a Camila, ni se la hablara si allí estuviera un siglo y cayó en la cuenta de que cuanto su amigo le habìa dicho de las respuestas de Camila todo era ficción y mentira. Y para ver si esto era así, salió del aposento, y llamando a Lotario aparte, le preguntó què nuevas había y de qué temple estaba Camila. Lotario le respondió que no pensaba más darle puntada en aquel negocio, porque respondía tan áspera y desabridamente, que no tendría ánimo para volver a decirle cosa alguna...(Clarice Baricco)
-¡Ah! -dijo Anselmo- ¡Lotario, Lotario, y cuán mal correspondes a lo que me debes y a lo mucho que de ti confío! Ahora te he estado mirando por el lugar que concede la entrada de esta llave, y he visto que no has dicho palabra a Camila, por donde me doy a entenderque aun las primeras le tienes por decir; y si esto es así, como sin duda lo es, ¿para que me engañas? O ¿por qué quieres quitarme con tu industria los medios que yo podría hallar para conseguir mi deseo?"No dijo más Anselmo, pero bastó lo que había dicho para dejar corrido y confuso a Lotario. El cual, casi como tomando por punto de honra el haber sido hallado en mentira, juró a Anselmo que desde aquel momento tomaba tan a su cargo el contentarle y no mentirle, cual lo vería, si con curiosidad lo espiaba; cuanto más que no sería menester usar de ninguna diligencia, porque la que él pensaba poner en satisfacerle le quitaría de toda sospecha.Creyóle Anselmo, y para darle comodidad más segura y menos sobresaltada, determinó de hacer ausencia de su casa por ocho días, yéndose a la de un amigo suyo que estaba en una aldea, no lejos de la ciudad. Con el cual amigo concertó que le enviase a llamar con muchas veras, para tener ocasión con Camila de su partida.¡Desdichado y mal advertido de ti, Anselmo!¿Qué es lo que haces?, ¿qué es lo que trazas?, ¿qué es lo que ordenas? Mira que haces contra ti mismo, trazando tu deshonra y ordenando tu perdición. Buena es tu esposa Camila, quieta y sosegadamente la posees, nadie sobresalta tu gusto, sus pensamientos no salen de las paredes de su casa, tu eres su cielo en la tierra, el blanco de sus deseos, el cumplimiento de sus gustos y la medida por donde mide su voluntad, ajustándola en todo con la tuya y con la del cielo. Pues si la mina de su honor, hermosura, honestidad y recogimiento te da sin ningún trabajo toda la riqueza que tiene y tú puedes desear, ¿para qué quieres ahondar la tierra y buscar nuevas vetas de nuevo y nunca visto tesoro, poniéndote a peligro que toda venga abajo, pues, en fin, se sustenta sobre los débiles arrimos de su flaca naturaleza? Mira que el que busca lo imposible es justo que lo posible se le niegue, como lo dijo mejor un poeta, diciendo:
"Busco en la muerte la vida,
salud en la enfermedad,
en la prisión libertad,
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad.
Pero mi suerte, de quien
jamás esperó algún bien,
con el cielo ha estatuido
que, pues lo imposible pido,
lo posible aun no me den...
(Sabela)
Fuese otro día Anselmo a la aldea, dejando dicho a Camila que el tiempo que él estuviese ausente vendría Lotario a mirar por su casa y a comer con ella, que tuviese cuidado de tratalle como a su mesma persona. Afligióse Camila, como mujer discreta y honrada, de la orden que su marido le dejaba, y díjole que advirtiese que no estaba bien que nadie, él ausente, ocupase la silla de su mesa, y que si lo hacía por no tener confianza que ella sabría gobernar su casa, que probase por aquella vez y vería por experiencia como para mayores cuidados era bastante . Anselmo le replicó que aquel era su gusto, y que no tenía más que hacer que bajar la cabeza y obedecelle. Camila dijo que ansí lo haría, aunque contra su voluntad...(Abejita de la Vega)
Partióse Anselmo, y otro día vino a su casa Lotario, donde fue recibido de Camila con amoroso y honesto acogimiento. La cual jamás se puso en parte donde Lotario la viese a solas, porque siempre andaba rodeada de sus criados y criadas, especialmente de una doncella suya, llamada Leonela, a quien ella mucho quería por haberse criado desde niñas las dos juntas en casa de los padres de Camila, y cuando se casó con Anselmo la trajo consigo. En los tres días primeros nunca Lotario le dijo nada, aunque pudiera, cuando se levantaban los manteles y la gente se iba a comer con mucha prisa, porque así se lo tenía mandado Camila. Y aun tenía orden Leonela que comiese primero que Camila, y que de su lado jamás se quitase; mas ella, que en otras cosas de su gusto tenía puesto el pensamiento y había menester aquellas horas y aquel lugar para ocuparle en sus contentos, no cumplía todas veces el mandamiento de su señora; antes los dejaba solos, como si aquello le hubieran mandado...(Conchi)
Mas la honesta presencia de Camila, la gravedad de su rostro, la compostura de su persona era tanta, que ponía freno a la lengua de Lotario.Pero el provecho que las muchas virtudes de Camila hicieron poniendo silencio en la lengua de Lotario, redundó más en el daño de los dos, porque si la lengua callaba, el pensamiento discurría y tenía lugar de contemplar parte por parte todos los extremos de bondad y de hermosura que Camila tenía, bastantes a enamorar una estatua de mármol, no un corazón de carne.
Mirábala lotario en el lugar y espacio que había de hablarla, y consideraba cuán digna de ser amada; y esta consideración comenzó poco a poco a dar saltos a los respetos que a Anselmo tenía, y mil veces quiso ausentarse de la ciudad e irse donde jamás Anselmo le viese a él, ni él viese a Camila; mas ya le parecía impedimento y detenía el gusto que hallaba en mirarla. Hacíase fuerza y peleaba consigo mesmo por desechar y no sentir el contento que le llevaba a mirar a Camila; culpábase a solas de su destino; llamábase mal amigo, y aun mal cristiano; hacía discursos y comparaciones entre él y Anselmo, y todos paraban en decir que más había sido la locura y confianza de Anselmo que su poca fidelidad, y que si así tuviera disculpa para con Dios como para con los hombres de lo que pensaba hacer, que no temiera pena por su culpa...(Puri)
En efecto, la hermosura y la bondad de Camila, juntamente con la ocasión que el ignorante marido le había puesto, en las manos, dieron con la lealtad de Lotario en tierra; y, sin mirar a otra cosa que aquella a que su gusto le inclinaba, al cabo de tres días de la ausencia de Anselmo, en los cuales estuvo en continua batalla por resistir a sus deseos, comenzó a requebrar a Camila, con tanta turbación y con tan amorosas razones, que Camila quedó suspensa, y no hizo otra cosa que levantarse de donde estaba y entrarse en su aposento, sin respondelle palabra alguna. Mas no por esta sequedad se desmayó en Lotario la esperanza, que siempre nace juntamente con el amor; antes tuvo en más a Camila. La cual, habiendo visto en Lotario lo que jamás pensara, no sabía qué hacerse. Y, pareciéndole no ser cosa segura ni bien hecha darle ocasión ni lugar a que otra vez la hablase, determinó de enviar a aquella mesma noche, como lo hizo, a un criado suyo con un billete a Anselmo, donde le escribió estas razones.
(Kety)
Fin del capítulo XXXIII
08/08/08
Soñó con la libertad

16 jul 2008









Iman Maleki








“El poema no puede ser cosa forzada”
Rosa Silverio

"Cerraré los ojos y me reconoceré en el silencio"
Rosa Silverio

15 jul 2008








Imán Maleki









"Cada uno tiene la edad de su corazón.!
Alfred d´Houdetot



"El corazón jamás habla.
pero hay que escucharlo para entender."

Proverbio chino

14 jul 2008

ELLOS. NOSOTROS. VOSOTROS


















“El barro es como las personas, necesitan que lo traten bien”.
José Saramago "La caverna"

HAY QUE CUIDARSE




Enviado por Conral


Nunca está de más saber qué...

Atenta a: cualquier dolor o desconfort pélvico o abdominal persistente;
Suaves pero continuos problemas gastrointestinales como gases, náuseas e indigestiones;
Ganas de orinar frecuente y/o urgente, sin tener alguna infección;
Perdida u/o ganancia de peso inexplicable;
Pelvis o abdomen hinchados, entumecidos y/o con sensación de llenura, cansancio anormal, o cambios inexplicables de sus hábitos intestinales.

Si esos síntomas persisten durante mas de dos semanas, pida a su médico una combinación de exámenes pélvico/rectal, de sangre CA-125 y ultrasonido (ecografía) trans-vaginal.

El examen de Papanicolau (citología) NO detecta el cáncer de ovario.

Por favor, repase... es muy importante para todas nosotras.

Y, por favor, mantenga esta mujer andando para que esta información llegue a todos sitios

Esta mujer va a dar la vuelta al mundo alertando sobre el cancer de ovarios.
Copiarlo y enviarlo para que ella llegue a su destino, Ella está dando la vuelta al mundo via e-mail!!!

10 jul 2008














"Los que saben mucho se admiran de pocas cosas, y los que no saben nada se admiran de todo".
Séneca

Reflexión: ¿En cual de los dos bandos...?
"Yo, sólo sé, que no sé nada".
Sócrates

6 jul 2008

Escritura Colectiva Creativa






Foto:
Juan Carlos





viernes 4 de julio de 2008

Recojo el testigo de esta historia que me pasa Conral desde su blog.
http://www.conral-miscosas.blogspot.com/Conral

LAS REGLAS SON:1. Cada persona continuará la historia escribiendo su numero de turno entre parentesis y dos frases.2. Después se nombra para seguirla a a otras dos personas.3. No se puede nominar a la persona que te nominó ni a una a la que nominaras en un turno anterior (si lo tuviste).4. El blogger que escriba el turno 50 terminará la historia y la mandará al email leinad19xico@hotmail.com


LA HISTORIA
1) Era impensable, no me lo podía creer, mi mente daba vueltas una y otra vez y no conseguía ser consciente de lo que había pasado, ya no había vuelta atrás, era todo tan confuso. Miré durante unos instantes el martillo ensangrentado, lo envolví en un paño que encontré en el primer cajón de la cómoda y lo escondí en el fondo del armario.
(2) A los tres minutos me encontraba en la calle, necesitaba airearme, pensar... En aquellos momentos mi mente aún no estaba preparada para ello...
(3) El aire gélido de la mañana cortaba mi rostro como un cuchillo acerado, aún sentía en mi pecho el ritmo acelerado de mi corazón sobresaltado por los espeluznantes hechos que había, en fracciones de segundo, vivido... Aún no podía explicarme cómo demonios había llegado el martillo hasta mis manos y por qué reaccioné de la forma tan brutal como lo hice...
4) Sólo sé que había acabado todo, que era el fin de mi tortura y el comienzo de una vida mejor. Por primera vez, me sentí libre.
(5) Había logrado lo que estaba deseando hace mucho tiempo. ¿O realmente yo no lo había deseado nunca?
(6) Solamente las circunstancias me habían hecho llegar a aquel extremo en el que me encontraba. No, seguro que detrás de todo aquello había una fuerza misteriosa que me apoyaba.
(7) La pregunta era: ¿Por qué? Sacudí la cabeza. No me debía engañar por mas tiempo, no, yo ya sé mi verdad, pero al estar dormitando tantos segundos de mi vida me va a costar desperezarla.
(8) Tal vez, la bruja de mi suegra no merecía brecha de tales dimensiones en su cráneo. Sin embargo, por una vez, creía haber hecho lo correcto.
(9) Por otra parte, si yo no la hubiese atacado a ella quizás ahora sería yo la víctima. Porque a decir verdad la relación con mi suegra siempre había sido de amor-odio.
(10) Pero ya había pasado todo y no era hora de pensar en "si hubiera sido de otra forma". Ahora tenía que explicarle a mi pequeña hija Andrea que ya no vería más a su malvada y querida abuelita.
(11) Sentí un ruido lejano, parecían las agujas de un reloj y esto hizo que me sobresaltara. Estaba un poco aturdida, ¿se trataba sólo de un mal sueño?
(12) Me dirigí al último cajón donde creía haberlo guardado y toqué algo frío y húmedo. Algo extrañamente húmedo en un cajón.
(13) Retiré la mano instantáneamente, me asusté, aquel objeto no me resultaba familiar, pero la duda me carcomía por dentro. La eterna lucha entre la curiosidad y la prudencia, pues yo, en el fondo, sabía que debería cerrar ese cajón para siempre y olvidarme de lo que había tocado, pero no fui capaz de resistirme y volví a introducir temblorosamente la mano.
(14) Mientras cientos de instantes paseaban fugazmente por mi cabeza, pensé que lo tenía todo embrollado, estaba perdida. Me había metido en un montón de negocios insensatos en lugar de pensarlos despacio y con método.
(15) Las facturas de los gastos de mi propia casa y de mis aventuras en el juego se acumulaban hasta el infinito... Suspiré y me dispuse a esconder todos los rastros de mi acto.
(16) He de limpiarlo todo antes de que lleguen mi marido y mi hijo. Arrastré el cadáver hacia la bañera de la planta de abajo.
(17) Una sonrisa fugaz asomó en mi rostro cuando pensé que, a pesar de que tenía a mi suegra por una cabeza dura, su cráneo se rompió con bastante facilidad. Supongo que casi cualquier cosa se rompería con facilidad con un martillo de acero tan pesado.
(18) La vieja bruja hacía un ruido peculiar al ser arrastrada por el suelo, ni siquiera notaba su peso muerto, a decir verdad,una vez muerta, mi suegra tenía el peso de un pajarillo. Era algo casi tierno, si no hubiera sido por la masa sanguinolenta que era una parte de su cráneo, su cara era la de una amable anciana que hace pasteles para sus nietos y se reune para jugar al bridge con sus amigas los viernes por la tarde, cada una cometiendo la locura de beberse una copita de jerez.
(19) Mi suegra no jugaba al bridge, es más, tenía dudas de que hubiese jugado alguna vez a algo, que hubiese sido una niña alguna vez, inocente y sin tanto rencor por dentro. Siempre recordaría aquel gesto duro, severo y aquellos comentarios mordaces pero revestidos de azúcar; aquellas miradas condescendientes.
(20) Su sonrisa... su sonrisa llevaba al mismísimo demonio dentro. Desde luego, mi marido nunca supo nada de mi angustia, de mi rabia al ver que su madre me despreciaba, que me consideraba una aprovechada que no valía ni para limpiarle los zapatos a su hijo.
(21) Aún recuerdo el día de mi boda, con mi madre, mis hermanas y mis primas revoloteando alrededor de mi cuarto y en el que habría de cambiarme. Mi suegra estuvo diligente con todas ellas, les sirvió deliciosos pastelillos entre sonrisas y comentarios cómplices.
(22) Pero mi tocado no aparecía. Mi hermana iba a ser la encargada de peinarme y me había regalado un tocado muy bonito, nada extravagante, algo sencillo.
(23) Recuerdo cómo mi suegra aplaudió la ocurrencia de no contratar una peluquera, recuerdo el "qué encantador". El tocado no apareció aquel día, suerte que compramos otro igual gracias a mi paranoia y cuando metí la mano en aquel cajón... lo encontré, intacto, un poco amarillento, pero con la etiqueta puesta aún.
(24) Como una burla desde el más allá. Apretaba el tocado con mis manos ensangrentadas, me daban ganas de coger aquel martillo y destrozar cada uno de los huesos, y la carne... pero habría que limpiar más y suficiente trabajo en vida había dado aquella dichosa mujer.
(25) Gracias a Dios, mi marido era un tipo que se tragaba todas las series de policías del universo, solo necesitaba lejía para la sangre, su asquerosa y maldita sangre, tan espesa y pegajosa como ella lo fue en vida. Y sosa, mucha sosa, con sosa y agua su cuerpo se desharía en horas, lo que pasa es que era más difícil lo de la sosa, porque es imposible retener a mi familia de no entrar en el baño...
(26) Lo de eliminar la sangre era sencillo, lo de eliminar su cuerpo era más complejo. Ni muerta me iba a dejar vivir.
(27) Pasada una hora parecía que no había ocurrido nada, todo rastro de sangre que pudiera haber dejado esa bruja me había encargado de hacerlo desaparecer, pero seguía sin saber qué hacer con su cuerpo. De repente recordé cuántas veces nos había hablado de aquella casita que había heredado en su pueblo y a la cual nunca quiso llevarnos pues "estaba muy lejos".
(28) Yo sabía perfectamente que era una vil excusa pero Carlos nunca admitió que tuviera razón, y si su madre decía que era una paliza llegar allí, por más que estuviera solo a poco menos de hora y media de la ciudad, ni siquiera insinuaba que él creía lo mismo que yo. Sin más dilación me puse en movimiento, y al cabo de un rato me encontraba al volante de nuestro coche camino del pueblo y su casa, con ella envuelta en bolsas de plástico en el maletero, una pala y a su lado la sosa que me ayudaría a sacarla de nuestras vidas para siempre.
(29) Mas, ¡qué juguetón el destino!, me tenía reservada una sorpresa. No bien hube enfilado la carretera que me sacaría de este embrollo, acaso tan excitada por los sucesos recientes que no presté atención al pie derecho, unas sirenas llegaron a mis oídos, la luz roja y azul en mi retrovisor, la voz que me da el alto: la policía.
(30)A través del retrovisor, observaba con angustia el paso firme del agente que se acercaba al coche con una mano puesta en su cinturón, junto al arma. Me pidió que saliera del vehículo y en ese momento me sentí como el personaje de Javier Bardem en No es país para viejos: tenía muchas ganas de hacer desaparecer al policía.
(31) Pero me reprimí. Salí del coche con la ansiedad mordisqueando sañuda los pliegues de mi estómago. Alcé la vista, le miré a la cara y contuve el vómito. No podía ser él. Era imposible.
(32) Me sonó al instante. En su gesto no había incicios de sospecha, sólo había sorpresa y alegría por verme después de tantos años.
(33) Vaya sorpresa, dijo, nunca pude imaginar que las casualidades llegasen a confabularse tan oportunamente, fíjate que he tenido que sustituir a uno de mis compañeros, enfermo, y he visto que tu coche lleva el maletero mal cerrado al circular detrás de ti. Me quedé helada... hacía veinticinco años que no nos veíamos, desde el día antes de mi boda, en que decidí casarme con el ferretero, en lugar de con el policía... hubiera podido liquidar a mi suegra de un disparo, en lugar de a martillazos... porque las suegras son todas iguales...
(34) Mi cabeza se partía pensando esto mientras saludaba a mi amigo e intentaba inventar una excusa para que no se acercara al maletero. Ya se encaminaba a la parte trasera de mi vehículo cuando sonó la radio de su coche patrulla y su compañero le hizo señales para que se acercara.
(35) Mi mano temblaba al encender el cigarrillo, no veía el momento para continuar el viaje. Al terminar la comunicación en su coche comentó algo con su compañero y me miró largamente.
(36) Mi corazón empezó a latir aceleradamente, en mi imaginación veía cómo se acercaba al coche, abría el maletero y descubría el pastel..... no sabía si anticiparme y cerrarlo o esperar que la suerte me acompañara y aquella llamada le obligara a marcharse.
(37).Le sonreí he intenté tranquilizarme.Me miré las manos nerviosa y ví que tenía una mancha de sangre en el dorso de la mano....¡Dios mío.....! ¿La habrá visto?. Las piernas empezaron a temblarme , escondí las manos como pude....Él se acercaba lentamente y yo estaba muerta de miedo...
(38). " No seas tan descuidada, no se puede ir por ahí con el maletero abierto", me dijo. Torcí la boca en una mueca que se suponía era una sonrisa, mientras restregaba mi mano ensangrentada dentro del bolsillo del pantalón. Se dió la vuelta, se acercó al maletero y cuando ya hasta el aire empezaba a faltarme, de un golpe seco lo cerró.Luego se volvió otra vez hacía mí..
(39)Sus oscuros ojos almendrados , los mismos que recordaba de aquellos momentos de juego y complicidad que habíamos compartido durante parte de nuestra infancia y adolescencia,se detuvieron en el dorso de mi mano ...¡Estás herida!- se sorprendió.
(40) Le dije, que me había herido con el cierre del maletero, y, no se si le resulto convincente mi explicación, pero su mirada se detuvo un instante en mis ojos, y su boca se poso en la mía fundiéndose en un apasionado beso.
(41)Mientras me besaba y saboreaba de nuevo la dulzura de sus labios, una lágrima se deslizaba por mi mejilla,no pudiendo evitar que a mi mente volvieran recuerdos tan tiernos y tan lejanos.
(42)Recuerdos que me hacían estremecer, aquel primer beso, aquel primer roce de sus manos sobre mi piel, aquel amor prohibido que nunca olvide,todo se agolpaba en mi mente mientras no podía dejar de repetirme ¿porque me equivoque? ¿porque no luche por aquel amor prohibido? ¿porque?
(43) ¿Porque lloras? me preguntó él, ¿quieres q quedemos mas tarde? sacudi la cabeza diciendole no y me meti en el coche. Lo puse en marcha aún un poco temblorosa, pero con rapidez y mientras me alejaba podia verle por el espejo retrovisor alli parado, mirandome. Por ahora debo borrarle de mi mente, pensé, el pueblo está cerca.
(44)Me puse de nuevo en marcha, con las piernas aún temblando, pero confusa, pues no sabia a ciencia cierta si mi temblor era debido a las emociones de ese beso..o la carga odiosa que llebava en el maletero...tenia que despejar mi mente, y concentrarme solo en llegar al pueblo.
(45)Parecia que nunca iba a llegar al pueblo. En vez de hora y media, parecia que llevaba al volante 6 horas. Era como si el tiempo no avanzara! Por fin, al salir de una curva, vi el cartel que me daba la bienvenida al pueblo. ¡Por fin he llagado! Me senti contenta y aliviada, pero cada vez mas nerviosa e incluso empezaba a sentirme neurotica ¿Era cosa mia o todo el mundo giraba la cabeza para mirarme?
(46) Ahora tenía que encontrar la casa, aquella casa que no conocía mas que por referencias y por una foto que ella nos enseñaba con orgullo de cuando era jovencita. La verdad es que tengo que reconocer que era muy guapa de joven. ¿Todas las mujeres guapas albergarán en su corazón tanta maldad?
(47) Paré el coche frente a la puerta, tenía que actuar con sigilo, si había llegado hasta aquí no debía estropearlo, busqué mi bolso para sacar las llaves…¡¡Dios!! Dónde las habré metido, no aparecían por ninguna parte.
Una vecina salió de su casa, probablemente a indagar, que un coche parase justo en la puerta de una casa que llevaba años abandonada, era sospechoso. La vecina se aproximaba más y más, en un intento de ocultar mi rostro me agaché para dejar el bolso en el suelo, me golpeé con el volante...
(48)...


Paso el testigo a PEDRO y VIVIANNE

He visitado varios blog que continuan esta historia.
Saludos a todas las participantes

3 jul 2008









Iman Maleki








"Si quieres hallar en cualquier parte amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo".
George Duhamel