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19 oct 2011

LA PESETA















19 de octubre de 1868

Cómo pasa el tiempo,
-se decía la peseta-
Aún recuerdo aquel día.
Un diecinueve de octubre
acuñaronme en plata.

Me nombraban como “pela”
“rubia” en la república.
Pero todos coincidían en
la atracción de la moneda.

Pero llegó un “señor”
devaluando mi presencia.
Vistiéndome de una mezcla
que, aunque no era de plata
seguía siendo peseta.

También vestí de papel
luciendo a un marqués,
y lucí a Don Quijote
un manchego universal.

Más tarde, la transición.
Con ella, la Realeza.
Dibujando en mí, su cara.
¡Qué orgullosa la peseta!

Pero unos años más tarde
mi figura se encogió,
me vistieron de aluminio,
mi peso disminuyó.

Poco a poco fui observando
desprecio por todas partes.
Si me caía al suelo…
¡Nadie se dignó a agacharse¡

¡A veces! Un viejecillo
añorando mi valor,
se agachaba torpemente
guardándome en su pantalón.

Hace años que no existo,
el euro me suplantó.
Aquellos que me tiraban
ahora..., reconocen mi valor.

Kety Morales

9 comentarios:

Anónimo dijo...

La peseta era "la moneda", a la que se le tenía cariño, el euro es "una moneda" a la que nos hemos acostumbrado, que nos llenó de curiosidad y esperanza, y ahora, por lo menos a mi, me da pena.
Deseo que sigas bien.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Todavía tengo guardadas algunas, de recuerdo. ¿Volveremos a verlas?

P. M. Talaván dijo...

Pero antes de la pesetas mandaban los reales -¡y eso sí que fue devaluar a la monarquía!Debían juntarse cuatro reales para formar algo que no era de "peso" si algo más pequeño "peseta" es decir una pesa pequeña y aún más tarde "pesetilla", devaluación doble. Ahora el Euro mantiene sonoridad, rotundez y por eso quieren menar el árbol para que caigan euros...
Ja,ja, con la pesetas éramos más jóvenes...

Abejita de la Vega dijo...

Las pesetas, no existen pero las tenemos en la cabeza. ¿Y eso en pesetas cuánto es? Equivalencia equivocada, pero nos empeñamos en calcularla.

Besos, Kety. ¿Qué tal estás?

mariajesusparadela dijo...

Las pesetas hubo que cambiarlas, porque el valor del metal con el que estaban hechas era mucho mayor que su valor de moneda.
Yo guardo muchas.

Franziska dijo...

Ay, querida amiga, te ha quedado preciosa esta entrada. Realmente guapa, como se dice por mi tierra asturiana o más bien guapina, que en asturiano los diminutivos no disminuyen porque son un modo cariñoso de expresarse.

Un abrazo de Franziska

Myriam dijo...

un beso pesitozo

Paco Cuesta dijo...

En numerosas ocasiones volvemos a la equivalencia y....¡Que susto!

Isabel Martínez Barquero dijo...

Ay, la rubia peseta, qué tiempos...
Con ella, éramos más ricos todos.
Abrazos.

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